Viniste, volviste, te fuiste a andar, al recordar para pensar para olvidar.
Acaso tú no eres la partida, sin embargo quisiste ser, alguna vez algo para olvidar, algo para pensar, algo para recordar.
Caíste de nuevo en lo oscuro de la sociedad, quisiste ser alguien no pudiste entrar.
Sobre un capullo de miel te pegaste al otro mal.
Casi pudiste venir a tratar de quedarte pero cambias al parecer de las palabras que te dije.
Surgiste de las olas del mar profundo como un inmundo, sacada tu alma loca me secuestro sabiamente yo quise partirte en mi razón, al ver todo lo sucedido cambiaste tu escudo del corazón, más duro ahora, más simple ahora, mas horrífico también.
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