lunes, 1 de agosto de 2011

¿Hay que morir para vivir?

Atravesando valles,
atravesando llanuras,
ni lo pensé cuando vi montañas.
Pero no te encuentro.
Ya me cansé, si, me rendí.
No pude contigo fabula de amor.
Tu lo sabes mas que nadie,
te esfumaste para no poder encontrarte.
Suena egoísta pensar que te quiero para mi.
Ya nada suena a ti.
Ya ni siquiera cruje mi corazón.
Me agudizo al punto de no escuchar mi propio andar.
Dadas las marionetas manejadas de tu velo transparente,
mantuve esa firme idea,
la de reemplazar cada una de tus marionetas por mi.
Solamente sin sentido vival podré ser parte de tu vida.
Ya nada importa con esta absurda fantasía de cenizas.
Soy tu muñeco a causa de mis propios sentimientos desesperanzados.

No hay comentarios: