jueves, 28 de julio de 2011

Te eligí. Ya sabes para qué...

Dame un papel en blanco,
para escribir las palabras que nunca te voy a decir.
Dame tu amuleto mas preciado,
para fundirlo con el mio.
Dame la oscuridad de tus ojos,
para que ilumines mi camino.
Pero no vengas conmigo.
Solo sígueme con la mirada.
Nada mas quiero que sigas las instrucciones,
si, las que llevas sobre el dorso de tu corazón ilegible.
No las sigas.
¿Buscarlo?
Tampoco.
Se instintiva.
No lo domines,
no importa ya eso,
sujétate lo mas fuerte que puedas de su cola rezagada,
retén tu grito de euforia.
Y no me busques,
ya sabes para que te elegí.
Solo eres todo, la iluminación y felicidad única.

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