Solitario y pensativo durante la tildada mirada de la euforia que de la nada me apacigua con un odio bestialmente sobrio.

Despabilado se encuentra ya,
acariciado los pies de la escarcha de la mañana.
Surcando el alba por un zanjón
de aguas claroscuras,
apretando tallos ya arrancados por el helado invierno.
Interrumpido por su propia sapiencia,
queda inmóvil;
su vista perpendicular sobre las demás energías místicas de,
aquel terreno infinitamente hermoso.
Solo, esperando queda.
Observa con la mirada, esa:
que tanto anhela conseguir en,
la profunda idea de sobrescribir algo de su algo.
No sabe;
sola rezonga su mente exhausta de tachar
y borrar ese propio texto faltante.
Sobrescribir, es la idea inconclusa.
Si, sobrescribir es.
Ya nada vale,
tildado como aquella vieja pc quedó,
acostado queda en aquel zanjón bebiendo de aquel agua,
pidiendo olvidar inútil el absurdo plan...